Toda etapa tiene su complejidad, pero en el caso de los niños y niñas que se inician en los hábitos de estudio y que están desarrollando sus destrezas motoras, hacerles las tareas no es una opción muy adecuada. Ciertamente el tiempo, ese tic tac que nos atormenta a diario, nos lleva a tomar decisiones para acelerar todos los procesos y entre uno de ellos se encuentran las obligaciones escolares de nuestros hijos.  Es sin duda, un momento en el cual mamá o papá, o ambos deben involucrarse en las tareas escolares si queremos que nuestros hijos desarrollen todas sus potencialidades.

Dejar que nuestros hijos hagan sus tareas, los beneficia inmensamente y en especial en esos primeros años de educación inicial.

hacer tareas hijos

Entre los beneficios se encuentran:

  • Permite crear el hábito de estudio: un hábito se establece si es a diario, así que es necesario ubicar un momento del día y todos los días en los estudios, la frecuencia permite asentar el conocimiento.
  • Normalmente las primeras tareas en etapa inicial son tan sencillas que muchos se sienten seducidos a ayudar un poquito más de la cuenta, qué es necesario que estemos presentes, sí, qué es necesario que a veces tengamos que agarrarle la manito para mejorar el recorrido de las letras o los números, sí, pero no por ser sencillas, esas actividades dejan de tener importancia, así que lo mejor es incentivarlos a cumplir con su actividad escolar.
  • Las malas palabras, los regaños desbordados y cargados de ira no son buenos aliados en esta etapa, los niños y niñas requieren de una estimulación positiva constante, por ejemplo, así el dibujo no haya quedado espectacular, el hacerle sentir que lo hizo bellísimo lo anima a seguir y a inventar más y más.
  • Toma en cuenta que al hacer ellos mismos sus tareas desarrollan habilidades, destrezas, conocimientos, actitudes y valores, desarrolla su percepción del espacio, la lateralidad, la psicomotricidad fina y gruesa, su encuentro con el mundo de las letras y los números, entre otros; así que antes de quitarle el lápiz o el creyón, piense que gracias a esa acción su hijo o hija, tendrá menos disposición a los estudios y desmejorará su proceso de aprendizaje.
  • Los incentivos siguen siendo practicas generacionales que causan efectos positivos, así que tome las salidas del fin de semana para premiar todas esas tareas cumplidas durante la semana. Desde ir al parque, comer helado, visitar a alguien querido por el niño o la niña, todas son alternativas excelentes y así reforzamos positivamente el esfuerzo por cumplir con el deber escolar.
  • Sentarnos con nuestros hijos, así sea a ratos mientras que cumplimos con otras labores a la vez, va más allá de lo que queda plasmado en esa hoja, con esa acción les demostramos interés por ellos y ellas, les enseñamos valores y porqué no, nos sirve para reencontrarnos con nuestros primeros pasos en la educación.

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